Saltar al contenido

De dolores y delirios

febrero 13, 2012

Me llamó la atención ver en las noticias que el cabecilla terrorista «Artemio» decía ser comando y querer pelear con Chile.

Ciertamente podría tratarse de un discurso producto de su deteriorado estado de salud; con heridas sangrantes y varios días en la selva, es probable que tenga una infección; cuando tenemos una infección tenemos fiebre y la fiebre causa alucinaciones y delirios.

Sin embargo, pienso que es muy probable que presente delirios más allá de la infección y la fiebre (que son meras especulaciones mías). El camarada «Artemio» junto con Abimael Guzmán y su «pensamiento Gonzalo», y otros líderes radicales, poseen en común, entre otros rasgos, actitudes mesiánicas, muy comunes en las personas que poseen un trastorno psicótico.

Hay en ellos (me refiero a los psicóticos) algo que «no cuadra», hay algo en lo que dicen o hacen que nos deja con la sensación de no haber entendido del todo. Y es que es cierto, bien difícil entender a un loco. Sobretodo cuando la psicosis no se ha desatado con fenómenos elementales (alucinaciones, delirios, siempre con certeza y convicción de realidad) y se trata de una psicosis ordinaria.

Por ejemplo, cuando Abimael Guzmán es capturado le dice en un momento a Ketín Vidal: «Si uno muere, esto (se toca la cabeza) queda en los demás». Me atrevo a decir que con «esto» se refiere justamente a su pensamiento, su «pensamiento Gonzalo», su delirio. Porque más allá de una ideología, pienso que se trata de un delirio muy bien estructurado.Y la convicción de que su pensamiento prevalecerá, más allá de su muerte, en los demás, tiene de megalomanía y un tufillo místico que, particularmente, me hace dudar de que lo suyo sea una mera combinación de egocentrismo y pensamiento radical.

Cuando uno habla de psicosis se cree se habla de los locos calatos de la calle, no necesariamente es así. Existen psicóticos muy «lúcidos» e inteligentes en su discurso, capaces de escribir libros, pintar cuadros hermosos, ser líderes de grandes masas.

Freud y, posteriormente, Lacan, estudiaron el caso de Paul Schreber, jurista y escritor alemán, que plasmó su gran delirio en un libro llamado «Memorias de un Neurópata». En él, Schreber relata, entre otras cosas, como él debe ser mujer para poder engendrar «nuevos hombres espíritu Scherber» para así lograr un nuevo orden mundial. El estudio y discusión de este caso amerita un trabajo más extenso, el cual no es el fin de este artículo. Pero, he mencionado a este «ícono» de la psicosis paranoide, porque varios de estos rasgos (delirios místicos, actitudes mesiánicas, discurso confuso, etc.) se me hacen parecidos a los de Artemio y Guzmán, salvando las distancias con el caso Schreber, por su puesto.

Y una vez más, reflexiono y pienso en cuán grandes son las faltas y necesidades de nuestra sociedad, de nuestro país, que los abanderados de la defensa de los más pobres y necesitados, son personas, que muy probablemente sufran de graves trastornos de pensamiento y personalidad. Esto no es gratuito, no se trata de oportunismo ni de casualidad. Este es el reflejo de una sociedad enferma también, desorganizada, trastocada…loca.

 

2 comentarios leave one →
  1. César permalink
    diciembre 24, 2012 10:53 am

    ¿No será que el modelo de ciudadano forja -o lleva a escoger- un modelo de líder? Una sociedad de gente aborregada por una educación no participativa y por el endiosamiento de la obediencia y del placer como opuesto a las responsabilidades ¿no es natural que elija como líderes en las empresas y el estado a los psicópatas con más empuje y capacidad de imponerse, aplastando y desoyendo a los demás? Dime qué hay para leer al respecto, y gracias por tu blog!

    • diciembre 24, 2012 12:52 pm

      Lo que dices tiene mucha validez, y también es cierto que hay un discurso, el discurso capitalista, del consumo, que está desplazando al discurso de, lo que la teoría Lacaniana llamamos el «discurso del Amo», una falta de líderes y de creencia en ese líder que supuestamente vela por el desarrollo de su sociedad; hay aquí también una falta de lazo social, una dedicación a lo individualista, individualista perdido en la masa, claro. Puedes leer «El malestar en la cultura» y «Tótem y Tabú» de Freud. Gracias por tu comentario César!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: