Nido de locos
En abril tuve la oportunidad de empezar a trabajar nuevamente en estimulación temprana, con bebés de 6 a 12 meses y niños de 1 a 2 años.
En estos meses, he podido ver la locura en la que se ha convertido la educación inicial y primaria en nuestra ciudad (tal vez también en otras ciudades del Perú, pero no tengo los datos). Y no me refiero al aspecto académico (que ya es tema de otra entrada) si no a la angustia en la que se ha transformado el «ingresar» al nido o al colegio.
Mamás de los pequeños del grupo de 6 a 12 meses me cuentan que ya han puesto «en lista» a sus hijos para ir al nido el próximo año. Me quedo espantada y sólo atino a forzar una sonrisa. ¿En lista? ¿El próximo año, o sea, más o menos antes de los dos años? Ah no, hay algo mal en todo esto.
Y he podido identificar dos factores, aunque aún no defino bien cuál es el causante del otro:
En primer lugar: la comercialización de la educación. Nos ha vendido que nuestros hijos tienen que ser los más inteligentes, los más capaces y lo mejor preparados para que puedan luchar en este mundo inmisericorde…como si al final de cuentas, no saliera adelante realmente al que le da la gana.
Madres y padres angustiados porque sus niños ingresen al nido (!!!) o colegios, como si se tratase de un examen de ingreso a la universidad. Y por su puesto, las entidades educativas cada vez cobran más y más…¿se han preguntado quiénes se benefician directamente de esos cobros? ¿se han interesado por saber si las profesoras del nido tan lindo de sus hijos, están en planilla? ¿O es que hace cinco años las pasean con sus recibos por honorarios, primero impresos, ahora electrónicos?
Si los colegios y nidos, les exigen a los padres los infinitos materiales y la puntualidad de los pagos, los padres también tenemos derecho a exigir una educación de primer lugar y que las personas que pasan la mitad del día con nuestros hijos, trabajen en condiciones mínimas de respeto y seguridad…¿O qué les estamos transmitiendo?
En segundo lugar, esta loca necesidad de volver a nuestros hijos brillantes, que ocupen los primeros puestos…llevándolos al nido antes de los dos años…¿para qué? ¿Se han puesto a pensar si de verdad responde a una necesidad de ellos? ¿O responde a otras necesidades, NUESTRAS necesidades?
Hace varios años trabajé como «miss» en un nido, con los más pequeños. Había una niña que no había cumplido los dos años, recién había aprendido a caminar y la trajeron con la imposición de que esa niña tenía que dejar los pañales. Yo no estaba de acuerdo para nada, sin embargo, la directora del nido me envió un mensaje claro: o esa niña dejaba los pañales o yo dejaba el trabajo. Tuve que aguantarme, por necesidad, el ver a la pobre no entender nada cada que se encontraba parada en un charco de pila, en medio del salón. La pobre recién estaba aprendiendo a sentirse cómoda en una situación nueva, como era el nido, y encima tenía que hacerlo con los calzones mojados.
¿Sabían que los niños recién están neurológica y físicamente preparados para controlar esfínteres a partir de los dos años? Yo lo sabía en ese momento, la directora lo sabía…Sin embargo pudo más el deseo de esos padres, el deseo de tener una niña que dejara los pañales antes de los dos años, que les ahorrara «problemas», impases, pañales…
¿Qué son nuestros niños para nosotros? Yo creo que es necesario empezar a respondernos esa pregunta.
Me gustó la pregunta por el deseo de los padres para intentar acompañar a los niños en su crecimiento y a los padres en sus angustias, ante la performance que ignora aquella dimensión.
Muchas de las cosas que hacemos con los niños pequeños responden al deseo de los padres, es inevitable, ok, pero de ahí a transformarse en estos locos con el tema de la educación, tan parecido a esas madres que meten a sus pequeñas a concursos de belleza…
Tal cual! Maldito narcisismo.
Creo que como padres se nos inculca apresurar a nuestros hijos en todo lo que hagan, desde que tienen que aprender a levantar la cabeza solos ya queremos que se sienten para después jalarlos del bracito para que empiecen a caminar y cuando recién están caminando ya les queremos sacar el panial!!! Por Dios déjenlos ser!! Ya can a tener el resto de sus vidas para competir con otros y correr en esta sociedad tan apresurada. Slow Down!!! Déjalos disfrutar ada etapa de su vida que pasa tan rápido. Al igual al escoger el mejor colegio para ellos, piensa en el mejor lugar que apoyo la individualidad de tu hijo y no la competencia.
Exactamente Maga!
Algo que he aprendido y que no olvido es que es necesario confiar en la naturaleza de la infancia. Antes de preguntarnos…¿qué deben enseñarle a mi hijo(a)? considero necesario SENTIR…¿cómo aprende mi hijo(a)?. El maestro(a) que planea, programa sus clases según sus objetivos para que los alumnos(as) lo sigan, no permite que sus alumnos construyan su propio aprendizaje. El maestro(a) que es capaz de acomodarse a las necesidades, tiempos y procesos de aprendizaje de sus alumnos, les da la oportunidad de ser conscientes y disfrutar de sus propios logros. Respeto mucho a los padres de familia que sienten un compromiso y responsabilidad sobre el futuro de sus hijos, es natural y me pongo en su lugar para comprenderlos. Cada vez estoy mas convencida que no solamente los padres y maestros sino que Nosotros los adultos, podemos encontrar respuestas aceptando que la enseñanza es importante, si y solo si ,está al servicio de los aprendizajes. Dicho de otro modo: cualquier aprendizaje sera significativo, si y solo si, logra ser el verdadero proposito de la enseñanza. Nos adaptamos a los niños porque somos sus facilitadores, les ayudamos a aprender….no depositamos conocimientos en ellos.
Pienso que es un buen punto de partida reconocer el rol que cada niño(a) puede desarrollar en su persona para crecer…lo que queda del camino, nos lo muestran ellos mismos. Compruebenlo, es fascinante.
Gracias Fernanda por invitarnos a reflexionar sobre este tema. Buenas vibras =)